Infecciones de Transmisión Sexual

¿Cómo identificarlas?

Las infecciones de transmisión sexual, antes conocidas como enfermedades venéreas o enfermedades del amor por la diosa Venus, son un grupo de patologías que se transmiten por el contacto sexual de pacientes infectados a paciente sanos.

Las infecciones de transmisión sexual o ITS se caracterizan por tres signos casi inequívocos. Las que producen secreción, las que causan tumoraciones (granitos, verrugas, bolitas, etc.) y las que producen ulceras o llagas. Partiendo de uno o más de estos signos el paciente tiene la primera sospecha de una infección de transmisión sexual. Estos deben ser corroborados por un médico especialista quien podrá iniciar tratamiento en ese momento o solicitar estudios para diferenciar entre uno y otro.

Las infecciones de transmisión sexual más frecuentes son la gonorrea, chlamydia, herpes, condiloma acuminado, molusco contagioso, herpes y sífilis. Todas estas pueden aparecer aisladas o en conjunto y todas son un factor de riesgo para presentar otra infección de transmisión sexual o el VIH/SIDA. Las personas con vida sexual activa y los jóvenes de 18 a los 40 años son el grupo más vulnerable a padecer una infección de transmisión sexual.

La mayoría de las infecciones de transmisión sexual pueden ser tratadas sin secuelas siempre y cuando se atiendan de forma oportuna. El mejor método para prevenir estos padecimientos es con el uso adecuado del preservativo o condón.